Hyperloop
Me ha llegado la
propuesta que firma María Jesús Gómez del Moral, grupo municipal Socialista, de
instalar un hyperloop que enlace ambas estaciones de tren de Cuenca. No estoy
capacitado para hablar de los asuntos técnicos del proyecto, pero quisiera
hacer algunas consideraciones al respecto.

No quiero decir que un servidor apoye el proyecto, ni lo voy
a pensar; he llegado a la conclusión de que no merece la pena gastar un gramo
de energía en convencer a la gente tan exigua que nos gobierna (de las dos
riberas) de la necesidad de hallar salidas imaginativas para una provincia que
ya huele a mierda, una provincia de mierda gracias a usted, señor García-Page;
es un trabajo inútil mientras los mitos que tenemos en común sean tan escasos y
peregrinos, y los líderes tan ambiciosos como incompetentes, Emiliano; «por sus
frutos los conoceréis» (Mateo 7:1).
Pero volvamos al principio. Busco la risa en el documento
sobre el hyperloop y no la encuentro. Me parece serio, bien estructurado; una
propuesta que merece ser debatida. Es curioso que el concejal Navarro —se ha burlado
de él hasta el Wyoming— se ría de la propuesta elevada al Pleno municipal que
transcribo: «instalar el primer prototipo comercial del sistema de transporte
de Hyperloop en España». Sorprendente que el alcalde lo tilde de «gilipollez».
Acabo con una frase que encontré en uno de esos libros raros
que me tienen ocupado: «No conseguiremos lo imposible, pero nos sirve de
linterna». Vamos, gente, a por el futuro, o estos incompetentes nos llevan al
abismo.
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