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Mostrando entradas de abril, 2019

Muy calladito te veo

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Miércoles Santo, 2019. CUENCA Hasta hoy no era el momento de hablar mal de nadie, se trataba de prevenirme de la irrupción de los últimos coletazos del franquismo, de esa extrema derecha inculta, excesivamente ridícula en las formas, que nos quiere robar la patria y la historia. Ahora, cuando hablen en el Congreso, veremos cómo nos muestran su nadería. Mi respuesta fue empadronarme en Madrid para no votar a un fingido socialista — en realidad es del último que llega— que se ha hecho el amo del cotarro. En el lote, por suerte, va Gracia Canales, una extraordinaria persona a la que le tengo afecto desde cuando representaba a la candidatura de Pedro Sánchez a la secretaría general del PSOE, allá por 2015; servidor estaba en el banco contrario. Ya se encargará el fulano de ningunearla para que nadie, nadie, le haga sombra a tanta escasez intelectual y humana. Gracia, ¡sé prevenida!, pregunta a las anteriores candidatas que lo acompañaban, aquellas que se quedaron fuera. No estoy

Ser República

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Ser republicano no significa celebrar el día con proclamas incendiarias, sacar la bandera tricolor a las calles o participar en algún refrendo juvenil por su restauración, que también. La República es otra cosa, además, es confianza, valor, independencia. Tarea colectiva, participación generosa, distribución del poder entre varios órganos. Hacer efectivo el lema de Libertad, Igualdad y Confraternidad; Machado dice que «Son una» porque cada una de ellas matiza a las demás.   Ser republicano no implica ser comunista, ni socialista, ni lo que sea. No tiene que ver con la adscripción partidista, ni con el nacionalismo tan reaccionario que nos acecha, ni con la religión o la magia. En la República todos tienen cabida, casi todos, con la única condición de aceptar que «el poder detenga al poder» y de que se trabaje con tanto ahínco por las minorías como por las mayorías. Ser republicano es una opción por devoción, una práctica personal, una cruzada contra la estupidez y la ignorancia