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Mostrando entradas de marzo, 2011

No a la guerra

Imagen
Soy un tipo limpio, quiero decir que me lavo con cierta frecuencia el cuerpo, la cabeza, manos y pies; con jabón de olor, faltaría más. No soy un ser excepcional, ahora abundan las personas aseadas, así que no te imagines lo que no es. Aunque tenga la radio encendida, en la ducha ocurren cosas maravillosas, momentos sublimes, pero el más intenso se produce cuando me   contemplo tras el vaho adherido al espejo; una cara indefinida, desdibujada, se me aparece salvo en los bordes que por milagro permanecen limpísimos lo que me obliga a mirar de soslayo para adivinar dónde se me esconden los cuatro pelos que se resisten heroicos a la caída; es una forma magnífica de hacer ejercicios de cuello. Mi vaho parece una cortina de seda blanca que dejo en su sitio, voluntario, para ocultarme la imagen de mí mismo. Pues bien, hoy, un día desapacible, se me ha ocurrido abrir la ventana para que el vaporcito se precipitase a plomo sobre la acera; no atinaba a hacerme la raya; la edad me está roban

Tiene que llover

Mientras escribo, un puñado de adolescentes se afana en rellenar un cuestionario de evaluación. Están nerviosos y preocupados porque sobre el papel tienen que prever cuáles habrán de ser las notas, las razones de las mismas y las posibles soluciones al hipotético fracaso. No, no se trata del Pisa que aquí no llega, como la manga riega, ni de la absurda evaluación gestionada desde la Junta de Comunidades por un instituto que desconoce la realidad de las aulas y, en consecuencia, de la enseñanza. Es simplemente una ocurrencia del tutor, servidor de Vd., avalado por la orientadora que sabe hacer unos cuestionarios muy simpáticos, tanto que los nenes van a utilizar colorines, pinturas acuarelables, hojitas adhesivas y marcadores plastificados para hacer más llevadera la tarea. Además, gomets, papel vegetal y acetatos con que embellecer el folio para que lo vea el inspector, tan bonito, a ver si me asciende el hombre que buena falta me hace. Cuando la faena termina, el runrún sube, el profe

He vuelto

He vuelto porque me lo ha medido Arturo, y yo suelo hacerles caso a los amigos. Salud, Arturo. Va por ti. Paco P.

Si tuviera fuerzas

Hay fulanos a los que les tengo prevención. Son los de siempre, pero travestidos en tienda de lujo. Me dan la mano, me sonríen con gesto de hiena hambrienta y me felicitan mirando al suelo:  « Qué bien, hermoso; cómo me gusta lo que haces y tal y cual » . Servidor aguanta porque dicen  « es de bien nacidos... » , y mantiene el tipo como puede aunque por todo el    espinazo me recorra un escalofrío. Personajes con oficios diversos, esposas hermosas, hijos distinguidos; unos son listos; otros, imbéciles. Algunos utilizan la lengua con precisión, pocos; los más acomodan las palabras a su bajura y destrozan el    lenguaje. A todos los une el afán de salvar al mundo para transformarlo en una aldea concebida a su propia imagen y semejanza, en una especie de despotismo sin lustre, cutre, de excelsa mediocridad. Me dan miedo estos tipos (digo tipos cuando debería incluir ya a algunas mujeres), me da miedo su juventud desabastecida de principios, su desparpajo para obviar lo importante, su indo