Mala
Si en algo coinciden los que juzgan a la Cospedal es en que
es una mala persona, de lo peor. Creo que hay un coro de cincuentones que
calienta la voz entonando el «es
una mala mujer»
de Riki López en homenaje a la doña. Servidor de usted no está del todo de
acuerdo –a ver, un poco sí–, la veo más como una niñata egoísta, incapaz de
sentir empatía por aquellos que no están a su nivel, un estrato donde ya solo
quedan el Rey, el espectro de Rajoy y cuatro o cinco babosos. No, Bárcenas no,
quia, a ese le descerrajó hace cuatro días el despacho que según ella no
existía. Es de ese tipo de gente que nunca sale la última en una catástrofe. Aunque
parece lista, me recuerda más a una niña empollona que cuando obtiene la nota que
necesita se olvida del temario, del profesor y hasta de la estampita de Santa Gema
que lleva en el bolso de Louis Vuitton. Vamos, una trepilla con un
clarísimo objetivo: ser la reina del baile, la Barbie superestar. Yo prefiero a
la Bratz que es más cabezona. Pero la vida viene como viene, ay hermosura, y
lleva lo que lleva en las alforjas: nada para quien no haya cargado antes el
borrico con afectos (pobrecica, nadie te quiere ya, qué vas a hacer, a dónde
irás). Una pena, porque esta individua nos va a estar jodiendo de lo lindo por
lo menos dos añitos más –horror, auxilio, socorro–; no es que le importe
nuestro bienestar una eme sino el suyo, por eso se empeñará en hacer méritos
para que la quieran los que ahora en Génova la desprecian incluido el tal
Arenas, su mentor o como se llame. Javier, se llama Javier. Total que más de
neoliberalismo paleto, de lo peor, más de Marín (el amo de la escuela, el gañán
habla como el culo), más del Echániz (un peligro público cuando actúa). Más
recortes. Lo que no sé es de dónde va a cortar la sacamantecas, cagüentó lo que
se menea. Por mí se recorte usted la mendacidad que le crece a espuertas a la
altura de la papada, la intolerancia, la desvergüenza, la aspereza; oiga y prescinda
de guardias que cuando viaja por los pueblitos parece su señorítisma señoría la
emperatriz del campo florido, con el frío que hace, mujer.
Comentarios
1.- Es la única del PP que está apareciendo. Rajoy le debe la vida política. Si el sueldo que gana fuera menos disparatado podríamos decir que ahora si se lo está ganando.
2.- El ridículo que hizo el otro día con la simulación de explicación que dio mostraba que, si por ella fuera, colgaría a Bárcenas del palo mayor y le pondría hogueritas en la planta de los pies para que se retorciera por arriba y por abajo. Pero me parece que, también, significó el fin de su carrera hacia arriba. Hasta aquí ha llegado.
3.- Lo cual puede que signifique que, limitada en sus aspiraciones de ascender en la vida política nacional, se enquiste en esta región y tengamos que padecerla mil y tantos años.
4.- O quizás que, limitada en sus aspiracones a la vida política nacional, decida abandonar la política e ingresar en la empresa privada: ya se sabe, jugosísimos premios económicos a cambio de nada.
5.- Personalmente me inclino por esto último, y puede que ocurra antes de las próximas elecciones.
Y por añadir algo de perspectiva de género, ahora que Tony Cantó (o como se llame) la ha puesto de moda, da grima (por no decir repugnancia) ver a los machos del partido jaleándola desde las butacas. Dale que dale.