Púlpitos

Si hubiera que votar yo no votaría a un obispo, jamás. A un sacristán, a lo mejor, pero a un obispo, no. Votaría a Emilio Lledó, porque sabe como pocos de democracia; a Clara Campoamor, un ser excepcional que luchó por las mujeres o a mi prima la Mere, del comercio, ahora atacada con la crisis económica y las exiguas ventas. Mi conciencia miedosa me exige reflexión, dice «piénsatelo, no es para tanto». Que no, me reafirmo, ni harto a vino votaría a un obispo; quita, quita. No por su mirada estrecha, no por el foco ideológico torcido hacia la derechona, no por el discurso sobreactuado, no por la voluntad de sojuzgar a los que no se someten a su criterio. « ¡Venga, tampoco es para tanto! ». No. Ofenden. Predican el «voto moral», y se entiende que votes al PP porque el documento que acaban de hacer público está calcado del programa del PP y usan el púlpito mediático como altavoz del Partido Popular.
Cuando los oigo, añoro a aquellos santos padres que abrían a la gente las puertas del templo, a los que acogían a los jóvenes para ayudarles a pensar por sí mismos; también el mensaje ecuménico, el consejo amable, la actitud filantrópica. A medio centímetro, a eso estoy de apostatar. « Para quieto, reflexiona, tú lo sabes, la voz de los purpurados no es la única voz de la iglesia; tranquilo, ya verás cómo se calman cuando comprueben que la pólvora que han gastado solo ha sido espectáculo de pirotecnia ». Me da igual. No pienso votar a ningún señor obispo, quita, quita.

Comentarios

Ignacio ha dicho que…
Me ha convencido usted, señor Page. Tampoco yo pienso votar a un sotanas, al menos en el futuro próximo.

Aquí en las américas se comenta mucho lo de las elecciones, (estamos en el famoso supermartes), que tiene la dicha de coincidir con mi cumpleaños, ni más ni menos. Por suerte, ningún obispo se presenta, así que no tenemos esos dilemas que se le plantean a usted.

Por lo demás, espero que todo vaya bien por tierras conquenses, y que la familia siga disfrutando de su buen humor a todas horas. Por aquí se le echa de menos, ya lo sabe.

Un abrazo muy fuerte, y espero poder seguir leyendo y comentando su blog.

Nacho

Entradas más populares

Carta a un niño del Colegio Ramón y Cajal (Cuenca)

Carta abierta al Presidente de Castilla-La Mancha

No me rindo